En una noche
oscura,
con ansias en amores inflamada,
(¡oh dichosa ventura!)
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
5
A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
(¡oh dichosa ventura!)
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
10
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz ni guía
sino la que en el corazón ardía.
15
Aquésta me guïaba
más cierta que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
20
¡Oh noche que me guiaste!,
¡oh noche amable más que el alborada!,
¡oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada!
25
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.
30
El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía. 35
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el amado,
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
40
El autor de este poema titulado “En una noche oscura…” es Juan de Yepes,
conocido como San Juan de la Cruz. Fue un monje carmelita que destacó en la
época del Renacimiento por su poesía mística. Nació en una familia humilde y
pobre. Su infancia fue marcada por la pérdida de su padre que creó en la
familia un grave problema económico. Es por esta razón, la causa de su traslado
a Salamanca, dónde desde ese momento en su educación se le introducirá e
inculcará la religión como valor principal e único. Lo he dicho anteriormente,
será reflejado en su poesía que ya
iremos comentando mientras vayamos avanzando este comentario. Entre su producción literaria
destacamos Cántico Espiritual y Llama de Amor.
En este texto literario que nos basamos y centramos, podemos ver desde un
primer momento que el tema base es la personificación de Dios con el amado;
creando así una metáfora que nos hará deducir lo siguiente. El poeta desde un
primer momento crea una unión de manera mística del alma con Dios. Cabe
recordar que San Juan de la Cruz era el poeta santificado de éxtasis. Encontramos los versos clave en el v.18
“dónde me esperaba quién yo me bien sabía”, v.26 “en mi pecho florido que
entero para él solo se guardaba”, y v.37 “ el rostro recliné sobre el amado”.
Como temas secundarios localizamos un amor divino, amor hacia Dios, debido a la
importancia de la religión únicamente a principios del Renacimiento.
Esta composición se trata de una agrupación de ocho liras. Éstas eran típicas
estrofas de la métrica italiana introducida por Garcilaso de la Vega y
sobretodo por Petrarca. Pues en esa época encontraremos una completa vocación
por la métrica italiana. Por eso, veremos una gran influencia en las obras de
San Juan de la Cruz.
Cada estrofa consta de dos endecasílabos de arte mayor, y tres heptasílabos de
arte menor. Su rima es consonante con el siguiente esquema: 7a 11B 7a 7b 11B Aquí vemos un breve ejemplo:
En una noche oscura, 7a
con ansias en amores inflamada, 11B
(¡oh dichosa ventura!) 7a
salí sin ser notada, 7b
estando ya mi casa sosegada. 11B
en/u/na/nocheos/cu/ra -> 7
oscura-ventura -> rima
consonante
Los principales
recursos de forma que encontramos son los siguientes:
- La repetición
de “oh noche” en la estrofa quinta, donde a través de la exclamación retórica y
anáfora que encontramos, quiere intensificar el sentido, busca transmitir una
emoción intensa. “¡Oh noche que me
guiaste!”,
“¡oh noche amable más que el alborada!”, “¡oh noche que juntaste…”
- En el v.16 y
v.17 encontramos un encabalgamiento, donde el poeta quiere que lo leamos sin
parar para así dar especial atención a esos versos. “Sin otra luz ni guía
sino la que en el corazón ardía”.
Si hacemos una profunda lectura podremos plantearnos el poema como si fuera una
historia debido a la gran claridad de la utilización de los diferentes
morfemas, la conjugación de los verbos y las conjunciones. Es por eso, que en
la estructura interna podemos dividir el poema de esta manera:
La primera parte abarca desde el primer verso hasta el final de la segunda
estrofa. Vemos que una joven se escapa de su casa por la noche y nadie se da
cuenta de su FUGIDA?. v.4 “salí sin ser notada” v.7 “por la secreta escala
disfrazada”.
La segunda parte comprende la tercera y cuarta estrofa que a través de los
siguientes versos deducimos que la joven se escapa por una razón, tiene un
objetivo, una misión y una ilusión por cumplir; reunirse con su amado.
A partir de la quinta y sexta estrofa notamos un carácter más amoroso,
melancólico, dulce, con más delicadez, ternura y pasión que es acompañado por
una gran utilización de exclamaciones retóricas que hacen exaltar con mayor
intensidad los sentimientos, pensamientos e incluso sus pasiones.
El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.
35
El poema finaliza con una estrofa diferente a las demás. Una lira que empieza
con dos verbos, dos verbos apuestos. No nos da a conocer que es lo que pasa al
final, en mi punto de vista, es cuando finalmente llega a Dios.
Es decir, este
poema es como un camino, desde que se escapa de su casa y que va ascendiendo
poco a poco hacia su objetivo y misión llegar a la unión de su alma con Dios.
Los recursos de
significado son lo siguientes:
En el verso 2
“con ansias en amores inflamada”, encontramos una metáfora dónde se está
juntando el término amor con fuego. Esta metáfora era muy usado en esa época
para referirse a los sentimientos de los enamorados.
Verso 38,
personificación del aire. “con su mano serena en mi cuello hería todos mis
sentidos suspendía”.
También es
interesante recalcar el hecho de la oscuridad pero también de la luz. Nos
referimos al v.14 “luz y guía”. Hace un pequeño contraste entre la luz y la
oscuridad.
En esta
conclusión nos gustaría resultar bastantes datos relacionado con este poema. En
un principio, habría que destacar las dos palabras claves de La noche oscura : secreto y noche.
La idea del
secreto es repetida a través de toda la composición con adjetivos como
“encelada”, “en secreto que nadie me veía”, “salí sin ser notada”. También, la noche
es un símbolo muy característico en los escritores de este tipo de poesía y que
es resaltado a través de la mayoría de las estrofas.
Es interesante
ver este tipo de poesía mística, una poesía totalmente con carácter divino, un
amor a Dios hasta tal punto que parece una obsesión o exageración. Por eso, si
desconociéramos que se trata de un poeta místico podríamos relacionarlo al amor
carnal.
Como he dicho en
la introducción, uno de los hechos por el cual este tipo de poesía fuera
conreada en la vida de Juan de Yepes, fue debido a su infancia, a el Colegio de
los Niños de la Doctrina y Colegio de los Jesuitas. Allí ayudaba con las misas,
asistía en el convento, es decir, se le fue inculcando la religión desde
pequeño. Es por eso, o tal vez esto le influyó a la creación de sus poemas
místicos.
También, me
gustaría recalcar las principales características de la poesía mística que
vemos tan claramente reflejadas en este poema. Destacamos las tres vías para
llegar al éxtasis y clímax: la vía purgativa, la vía iluminativa y la vía
unitiva.
Desde mi punto
de vista, este tipo de poesía luchaba contra el luteranismo, contra Martín Lutero.
Estos poemas ya sean de San Juan de la Cruz o Santa Teresa se veían “ahogados”
por esta nueva corriente que iba surgiendo mientras iba avanzando el
Renacimiento. Ese antropocentrismo, esa religión que ya no era lo que era
antes, esa concepción que se empezaba a tener sobre la religión…
Para finalizar,
es un poema muy bello sobre el amor divino, en el que se empieza a investigar
su influenció a Karol Wojtyla.